viernes, 23 de septiembre de 2016

Sismofobia

Diariamente se producen más de 25 movimientos telúricos en la región centro-oeste de mi país, la mayoría de los cuales son imperceptibles para el hombre común ya que sólo son registrados por los aparatos sismológicos que monitorean estos fenómenos. Un terremoto es el resultado de la liberación de energía producida por la fricción entre las placas tectónicas de la tierra en constante movimiento. Su energía se mide comparándola con la producida por explosiones. 
Hace aproximadamente un mes, con un grupo de amigos y con mi esposo e hijos, escalamos el cerro Uritorco, ubicado en la provincia de Córdoba. Era un día espléndido de sol y la brisa nos refrescaba mientras subíamos por la pendiente verde del cerro. Entre chistes y charlas nos encontrábamos alrededor de la mitad del recorrido cuando escuchamos un estruendo. Todos nos miramos y buscamos en vano la fuente del sonido. Mariano, que había vivido en Jujuy, casi inmediatamente concluyó: es un terremoto. Mi mente no quería aceptarlo, así que yo me quedé con que la explosión provenía de una cantera cercana de la cual emanaba un humo blanco. Luego escuchamos en la radio que habia ocurrido un sismo de escala 3 con epicentro en las inmediaciones del Valle de Punilla.
Aunque sé que Santa Fe no está dentro de la región afectada por terremotos, por las dudas cada vez que voy a caminar a la costanera, cruzo el puente colgante rápidamente, en caso de que se le ocurra a la tierra moverse y quede atrapada en la "falla de la Setúbal".